A partir del próximo 3 de julio, la aerolínea de bajo coste JetBlue, que pertenece a JetBlue Airways Corporation, comenzará las operaciones de un chárter directo entre Nueva York y La Habana todos los viernes. Las nuevas operaciones han sido conciliadas con el Departamento del Tesoro de EEUU y se ejecutan en un ambiente propicio para las relaciones entre ambos países, que han sido enemigos históricos hace ya más de 50 años.
El avión A320 de JetBlue cuenta con una capacidad para 150 pasajeros y la venta de la boletería correrán a cargo de Cuba Travel Services (CTS), una empresa especialista en la transportación de pasajeros entre Estados Unidos y Cuba.
La urbe neoyorquina cuenta con la segunda mayor comunidad cubana en EEUU, después de la Florida, lo que hace que ahora los pasajeros paguen tarifas más competitivas y se trasladen de manera directa hacia Cuba, gracias a la cooperación y las negociaciones establecidas entre el alcalde de la urbe y Cuba, quienes ponen fin a años de silencio y desconfianza.
A su vez, el Departamento del Tesoro de conjunto con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) han aprobado las primeras licencias para establecer el servicio de ferry de pasajeros entre ambos países geográficamente muy cercanos, que habían sido truncadas desde los inicios de la revolución cubana.
La cantidad de licencias aún no han sido confirmadas, pero ya es oficial la licencia otorgada a Baja Ferries, una empresa que responde a una compañia de transporte marítimo y carga. Este ha sido uno de los casos que la oficina reguladora que se encarga de estos trámites ha develado, un proceso que ha estado marcado por el análisis particular de cada empresa. Aún falta que el gobierno cubano apruebe las operaciones portuarias para comenzar la operación.
El avión A320 de JetBlue cuenta con una capacidad para 150 pasajeros y la venta de la boletería correrán a cargo de Cuba Travel Services (CTS), una empresa especialista en la transportación de pasajeros entre Estados Unidos y Cuba.
La urbe neoyorquina cuenta con la segunda mayor comunidad cubana en EEUU, después de la Florida, lo que hace que ahora los pasajeros paguen tarifas más competitivas y se trasladen de manera directa hacia Cuba, gracias a la cooperación y las negociaciones establecidas entre el alcalde de la urbe y Cuba, quienes ponen fin a años de silencio y desconfianza.
A su vez, el Departamento del Tesoro de conjunto con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) han aprobado las primeras licencias para establecer el servicio de ferry de pasajeros entre ambos países geográficamente muy cercanos, que habían sido truncadas desde los inicios de la revolución cubana.
La cantidad de licencias aún no han sido confirmadas, pero ya es oficial la licencia otorgada a Baja Ferries, una empresa que responde a una compañia de transporte marítimo y carga. Este ha sido uno de los casos que la oficina reguladora que se encarga de estos trámites ha develado, un proceso que ha estado marcado por el análisis particular de cada empresa. Aún falta que el gobierno cubano apruebe las operaciones portuarias para comenzar la operación.
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